ANTECEDENTES DEL TBAI
El desarrollo de tesauros ha sido un trabajo constante desde pasada la primera mitad del siglo XX, debido a la expansión y/o aparición de numerosos campos de conocimiento en los que predominaba terminología especializada. Como resultado, en la actualidad contamos con tesauros sobre variadas disciplinas: educación, arquitectura, derecho, ecología, danza, arte chino, vasijas griegas, etc.). Las aplicaciones del tesauro entrañan relación con la indización temática de los recursos de información en la biblioteca física, la biblioteca digital, archivos, museos, galerías y otros espacios que gestionan materiales informativos. De igual forma, el tesauro en el espacio digital se ha tornado una herramienta esencial que controla el vocabulario y la recuperación de información en sitios gubernamentales, espacios económicos, ambientes educativos, plataformas de entretenimiento y portales comerciales. Al respecto el World Wide Web Consortium (W3C) ha mencionado la relevancia de los tesauros en el marco de la web semántica, una perspectiva organizada de la red que permitirá mayor estructuración de la información. Su objetivo es la coordinación, supervisión y dirección de los esfuerzos y actividades que llevan al cumplimiento de los objetivos y metas del Instituto, los cuales están estrechamente ligados a los de la Universidad.
En lo que a la Bibliotecología, Archivología e Información respecta los tesauros han sido fundamentales como esquemas organizadores del conocimiento y en la indización temática de los recursos de información que las disciplinas producen. En el ámbito internacional persisten varios tesauros sobre tales campos de conocimiento y, en lo que a México respecta, en 1999 se desarrolló el Tesauro Latinoamericano en Ciencia Bibliotecológica y de la Información (TELACIBIN) - antecedente del actual Tesauro de Bibliotecología Archivología e Información. En ese entonces el TELACIBIN tuvo tres objetivos: 1) servir de vocabulario oficial para la indización de los documentos ingresados en INFOBILA: base de datos sobre la información bibliotecológica latinoamericana y para la recuperación de información por parte de los usuarios de la América hispanohablante, 2) lograr una normalización de la terminología de la especialidad utilizada en los países de la región; 3) proponer un conjunto estructurado de términos sobre la base de un sistema de conceptos aptos para organizar el conocimiento bibliotecológico latinoamericano en lengua española.
Por décadas el TELACIBIN constituyó un referente terminológico para la Bibliotecología en México y otros países de América Latina que colaboraron en su desarrollo (Chile, Colombia y Venezuela). Sin embargo, de esos años a la actualidad la terminología de las disciplinas incluidas ha cambiado vertiginosamente, derivado de las transformaciones que el tiempo y la tecnología han introducido en múltiples disciplinas. En este orden de ideas, es posible afirmar que, en las últimas dos décadas del presente siglo, la terminología de la Bibliotecología, la Archivología y la Información se ha caracterizado por procesos de integración, modificación y terminología, así como superposición conceptual, asociada especialmente a las Tecnología de la Información y Comunicación (TIC).
Considerando las ideas anteriores, en el año 2020 un grupo de investigadores del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la Universidad Nacional Autónoma de México entre quienes es posible mencionar a la Dra. Catalina Naumis Pena, la Dra. Adriana Suárez Sánchez y el Dr. Hugo Alberto Guadarrama Sánchez emprendieron actividades para reformar el TELACIBIN en un nuevo tesauro acorde con los tiempos actuales.
Tras un año de trabajo en 2021 se inició la construcción del nuevo tesauro, denominado Tesauro de Bibliotecología, Archivología e Información, que en el periodo 2021-2024 fue desarrollado con la participación de investigadores, profesionales y estudiantes de Bibliotecología, Archivología e Información. Los esfuerzos dirigidos a su planificación y desarrollo tuvieron por meta fortalecer la construcción de vocabularios controlados en lengua española, acordes a la lengua en uso, que permitan la comunicación entre expertos, bibliotecarios y alumnos en formación. De igual forma, se tuvo por propósito compartir experiencias entre profesionales y alumnos que favorezcan el interés en la organización del conocimiento y el desarrollo de sistemas organizadores del conocimiento (SOC).